viernes, 18 de enero de 2008

La alambrada de púas: ¿cumple alguna función?

Los bogotanos nos hemos acostumbrado a ver cómo existen elementos perturbadores en nuestra ciudad sin que nos detengamos a pensar si ellos deben formar parte del paisaje urbano. Este es el caso de la cerca o alambrada de púas que circunda la parte baja de nuestro Río. Debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones respecto a esta estructura que rompe con la composición del sector y que genera que el ciudadano entienda el Río como una entidad lejana y que se convierta en un recurso completamente aislado de la vida ciudadana. Nos gustaría traer algunas observaciones al respecto:

  • No forma parte del equipamiento urbano de este sector de la ciudad.
  • Es un elemento antiestético y perturbador que rompe abruptamente el espacio de ciudad. En otras palabras: es muy fea
  • Da el aspecto de tratarse de un lote de engorde.
  • Hace que la ciudadanía entienda que se trata de un espacio privado.
  • Se ha convertido en excusa para que algunas entidades se abstengan de intervenir o participar en la mejora del espacio de la zona de ronda del canal del Río. En específico, CODENSA se niega a iluminar el área sur de la ronda con dos excusas, primero, que se trata de un predio privado porque la cerca así lo muestra y, segundo, que no estamos ante un sendero peatonal.
  • Se ha convertido en obstáculo determinante que impide que las personas, vecinos y transeúntes, se apropien de este espacio que tiene el carácter de público y que la existencia de la tal alambrada le da la apariencia de privado.
  • La ausencia absoluta y total durante los 30 años de esta realidad concreta de alguna clase de mantenimiento por parte de los encargados.
  • La carencia de argumentos para su existencia. Parece ser que hace muchos años una persona solicitó que se instalara con manifestaciones de supuesta y mal entendida “seguridad”. Ese argumento ha quedado sin ninguna clase de piso durante todos estos años porque el Río NO ES CAUSA DE AMENAZA. De otra parte, sería bueno que alguien nos dijera qué seguridad genera esta pobre y absolutamente ineficaz “defensa”.
  • Se ha convertido en lugar de vivienda de habitantes de la calle al ser un sitio resguardado por la alambrada con el que, en algún momento, se pretendió aislarlos de este espacio. Se logró lo contrario a lo que se esperaba: la alambrada se convirtió en elemento atrayante para los 20 habitantes de la calle que han venido tomando este espacio como propio.
Nos gustaría que tuviera en mente dos pensamientos adicionales sobre esta cerca de alambre de púas. En primer lugar, a nadie se le ocurrió nunca cercar con un material tan disociador como el alambre de púas la ronda del canal del Rio Negro en lo que hoy se llama el Parque del Virrey. En segundo lugar, es muy, pero muy claro que en la parte alta del Río, esto es, desde su nacimiento hasta la carrera 22 no existe la tal alambrada de púas y el sector es mucho más estético que el comprendido a partir de esa carrera en donde empieza la cerca. Por lo consiguiente, y teniendo en cuenta todas las observaciones que venimos haciendo, en los próximos días estaremos enfatizando en la solicitud que ya hicimos desde el 23 de noviembre y haremos los esfuerzos necesarios para lograr el retiro definitivo de la feísima alambrada de púas que circunda la parte baja del canal del Río Arzobispo.

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